Las prótesis han sido la gran solución para mejorar la calidad de vida de las personas que han perdido una pierna. Pero Scott Summit, diseñador industrial con más de 20 años de experiencia, ha dado un gran paso en el tema. Partió de la premisa que además de lograr prótesis funcionales, era importante su estética y poder conseguir que cada uno fuera exactamente la que el paciente necesitaba, o sea personalizadas. Y esto lo pudo concretar con éxito con el uso de una impresora 3D.
Summit produce en la impresora 3D (como muestran las fotos abajo) prótesis únicas, funcionales y con muy buen diseño, que concuerdan con la personalidad del cliente. El nombre de este diseñador tal vez les resulte conocido porque en otro artículo les contamos cómo diseño y realizó en una impresora 3D en una semana de vacaciones una guitarra acústica.
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